«Quiero insistir también, sin embargo, en que [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]el desarrollo de los Bufetes Colectivos, especialmente en un país como España, con el espíritu individualista que tenemos, no va a ser especialmente fácil[/inlinetweet] y vamos a pasar por una fase de creación de Bufetes Colectivos y quizá de destrucción de algunos a corto plazo. El mantenimiento de una disciplina interior, la especial necesidad de respetar escrupulosamente ciertas normas éticas por razón de la estructura colectiva, el imperativo de racionalización del trabajo y, en general, [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]la necesidad de un espíritu de equipo y un clima humano van a ser problemas en muchos casos[/inlinetweet], al menos en principio, quizá difíciles de superar para los abogados españoles«. Antonio Garrigues Walker. La abogacía en el año 2000. Coloquios organizados por el Círculo de Estudios Jurídicos de Madrid. 1971
Tras leer este párrafo me pregunto si la abogacía española ha superado los obstáculos que en 1971 avanzaba con acierto Antonio Garrigues. [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]El espíritu individualista sigue instalado en la mayor parte de firmas españolas[/inlinetweet], que no superan los dos socios. Aquellas firmas que supieron adaptarse a las nuevas exigencias de los clientes adquirieron tamaño y vieron en los nuevos competidores anglosajones una oportunidad para modificar su estructura. [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]Lejos de criticar al nuevo competidor, aprendieron de él. [/inlinetweet]
Un partnership es mucho más que una estructura jurídica. Es saber perder a corto plazo para ganar a largo, ser mucho más que la suma de las individualidades. No es fácil, por supuesto, pero asumiendo la dificultad, aplicando la técnica correcta y superando día a día los obstáculos la firma se vuelve progresivamente más fuerte.