Una jornada recientemente organizada por el ICAM ha permitido conocer las últimas tendencias para la expansión internacional de las firmas.
Carlos B Fernández. En un mercado tan competitivo como el de la abogacía y en un entorno tan globalizado como el actual, parecería lógico pensar que la salida al exterior de las firmas es una estrategia no solo adecuada, sino también necesaria.
Sin embargo, no es una actividad en la que nuestros despachos hayan destacado, por razones que van desde el carácter local y casi de barrio de muchos de ellos, a la tradicional carencia del dominio de otros idiomas.
Una reciente jornada organizada por la sección de Gestión e Innovación profesional del ICAM, al frente de la cual se encuentran José Luis Pérez Benitez y Miguel Ángel Pérez de la Manga, ha permitido conocer la experiencia de diversas firmas, de dentro y fuera de nuestro país, a este respecto.
Como puso de relieve José Luis Pérez, hasta ahora las firmas españolas han seguido diferentes estrategias para su internacionalización, dando preferencia a las alianzas, pero sin especial orden y con un enfoque orientado básicamente al negocio, en vez de dedicar atención al establecimiento de unas relaciones estables con colegas de países con los que se comparten elementos comunes como áreas de especialización y que pueden ser más útiles.