Esta mañana he participado en un debate en el programa de radio Gestiona Abogados (en Gestiona Radio) sobre los efectos de la nueva regulación del acceso a la profesión de abogado. De manera muy rápida, se establece un sistema por el que después de obtener el grado en derecho hay que realizar un master (que podrá ser impartido por diversas instituciones) y posteriormente unas prácticas. Para finalizar se realiza un examen en el que se obtiene la calificación de apto o no apto para colegiarse como abogado (no hay notas).
Algunas de las reflexiones que hemos tratado y otras que me han venido a la cabeza posteriormente son las siguientes:
1.- Sigue sin estar clara la duración del master y las prácticas. Se habla de un master de un año y unas prácticas de seis meses, aunque se está tratando de que duren menos. Algo que me parece difícil porque si convertimos los créditos en horas, queda muy comprimido para hacerlo en un año.
2.- A finales de 2013 podemos tener los primeros abogados con la nueva formación. Todos aquellos que hayan acabado su grado o licenciatura en derecho antes del 31.10.2011 se podrán colegiar sin más requisitos (creo que durante un plazo de dos años), lo que puede minorar la falta de juniors que algunos ven que se puede producir (personalmente creo que esto solo se puede producir en despachos grandes y por cuestiones de estructura).
3.- Vamos a tener dos categorías de abogados. Si se cumplen los plazos, en enero de 2014 un despacho que tenga que realizar una contratación podrá optar por un abogado que terminó su grado en derecho antes de la entrada en vigor de la nueva normativa y que se ha formado por su cuenta o por un abogado con los nuevos requisitos formativos ¿Por quién optará? ¿Influirá la retribución económica de uno y otro?
4.- ¿Y si no hay prácticas disponibles para todos? Cuando se ha tratado la normativa se ha dado por hecho que todos los alumnos que acaben su master en una escuela de práctica jurídica tendrán un despacho o institución para hacer las prácticas. ¿Y si no es así? Muchos despachos tendrán en cuenta el coste formativo y no podrán asumir un gasto de esa naturaleza (aunque no existe mejor gasto que la formación, no siempre todo el mundo se lo puede permitir). Aunque se ha previsto un amplio número de posibilidades para hacer las prácticas, algunas no me parecen muy acertadas ni creo que sean del agrado de muchos estudiantes.
5.- Se crea una barrera de entrada que a medio plazo puede influir en el número de graduados en derecho que salgan al mercado. Muchos estudiantes se lo pensarán antes de matricularse en derecho. Si han hablado con un grupo variado de personas (no solo con la minoría que acaba en despacho grande) se darán cuenta que después de acabar su grado en derecho, hacer (y pagarse, en muchos casos) un master y superar un examen, podrán ser abogados. Y ya. Nadie les asegura que les contratarán, ni que les pagarán una retribución acorde con las exigencias de la preparación. Es posible que aquellos que estudien derecho opten por hacer el grado y opositar (aunque ahora la oferta de empleo público no pase por su mejor momento), o posiblemente opten por estudiar otra carrera. En los casos de doble licenciatura (derecho y ADE) parece que optarán por las salidas profesionales de ADE.
6.- Por último, podemos estar ante un nuevo obstáculo para despachos pequeños y medianos. Recuerdo cuando se estableció la obligatoriedad de la relación laboral en los despachos de abogados. Los despachos grandes ya tenían una relación laboral con sus abogados y no les supuso el más mínimo cambio. Sin embargo, los despachos pequeños y medianos tuvieron que adaptarse y hacer un esfuerzo económico ante un coste de personal que se elevó un 32% aproximadamente. Cuando aún muchos no se han recuperado de ese esfuerzo se impone una nueva obligación para aquellos que quieran incorporar abogados jóvenes y formarlos en este tipo de despachos. El coste de formación planteado es muy elevado y, vuelvo a insistir, aunque no hay mejor inversión que la que se hace en formación, no todos los despachos lo pueden asumir. Veremos el impacto en este tipo de despachos.
Por último, me gustaría agradecer a todos aquellos que ayer me dieron ideas vía Twitter sobre este tema. Escuchar a los implicados, sean estudiantes de derecho o abogados es muy enriquecedor y te ayuda a aproximarte a la realidad variada de las cosas. Muchas gracias, y espero no olvidarme de ninguno: @NTAbogados @HelenaSuarezJaq @Machin_ @EliaRS_ICAB @danielpamies @danielgpellicer @agutierrez_bcn @rvazquezromero @mluisamsa @ENTOGOM @xpineda @aortegaaltuna @cgarcialeon @M_SanMacario @InakiMunoz @Franba89 @suanba @josemuelas @emilgarayar @lawyer_spain
Cualquier opinión sobre el tema en los comentarios será bienvenida.
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